Ana de Palacio

"Necesitamos claridad frente a la confusión. Si queremos una lucha conjunta contra el cambio climático, debemos ser más claros a la hora de presentar las consecuencias y los remedios de esta crisis climática. No se trata solo de mantener un debate intelectual, sino también de hacer a todo el mundo partícipe del objetivo de acabar con esta amenaza a nuestro hábitat y, por tanto, a nuestro estilo de vida. 

Existe una cortina de humo frente a las incertidumbres de la crisis climática. Es necesaria la promoción de un debate razonado frente a los dogmas. Toado el espectro político español debe trabajar para establecer un plan de acción inteligente e inclusivo. 

Hay que ser conscientes de que esto no es un movimiento político únicamente europeo ni mucho menos español. Se trata de una crisis global que requiere de un activismo global. Los países europeos tienen que tener en cuenta esto, pero también que el activismo exigido a países en desarrollo debe ser ideado de forma que se asegure un correcto progreso de los mismos. "

 Toni Timoner (OIKOS)

"El capitalismo es la fuerza motriz que realmente hará posible que paremos el calentamiento global y consigamos una transición energética ordenada, sensata y rentable. 

En otros países europeos, el medioambiente es un área en la que liberales y conservadores presumen de mantener un ecologismo con una hoja de servicios impecable, del que hacen bandera electoral para ampliar base de votantes, ganar elecciones y formar alianzas.

En España ha habido una polarización interesada y continuada por parte de la izquierda que ha hecho del medio ambiente otro elemento de trinchera cultural.

Las futuras generaciones de españoles no se merecen que la protección de nuestro legado natural siga estando secuestrada por una guerra cultural."

Sam Hall (Conservative Environment Network)

"El Partido Conservador del Reino Unido ha sido capaz de ganar elecciones continuas y de unir a los votantes de derecha y de centro con una política climática pragmática y favorable hacia el empleo.

Sin que la política verde sea el factor decisivo para que conservadores británicos ganasen las elecciones, sí es cierto que ha sido un factor “discriminante": los votantes británicos no escucharán las cuestiones sociales y económicas de políticos sin una plataforma medioambiental sólida.

Es fundamental que los conservadores presenten su propia agenda política climática; positiva y ambiciosa. De no ser así, se arriesgan a ceder las soluciones políticas a estos desafíos medioambientales a la izquierda, perdiendo votantes moderados y los jóvenes a la misma."

Bernd Weber (EPICO)

"Es necesario un cambio paradigmático y pragmático en la política energética y climática hacia los avances en innovación. No es necesario mantener micro-regulaciones y dirigismo estatal.

Existen incentivos económicos y políticos para promover el desarrollo de la UE como líder mundial en innovación verde. Un buen ejemplo de esto sería ​​el hidrógeno verde y azul fabricado en la UE; clave para la transformación de nuestros sectores industriales y para seguir siendo competitivos en los mercados del futuro.

Los mercados y las señales de precios son parte de la solución y no del problema: los precios (elevados) son señales necesarias para la inversión, la innovación y el cambio de comportamiento (ejemplo: señal de precio del CO2 del ETS de la UE). Por lo tanto, la intervención del Estado en los mercados para reducir los precios de la energía debe ser limitada y debe desaparecer lo antes posible. Al mismo tiempo, la compensación social eficiente de los grupos vulnerables es parte integrante de una política climática justa y global."

Luis Quiroga (OIKOS)

"Frente a la emergencia irreflexiva, reclamamos una transición tecnológica ordenada, con un horizonte temporal con hitos intermedios y anunciados con antelación suficiente para que los agentes económicos se adapten. 

Frente al impulso autoritario de imponer restricciones personales, defendemos incentivos positivos, para que los individuos perciban la transición como una oportunidad. 

Y frente al buenismo y la matraca naif de los pequeños gestos, reclamamos honestidad intelectual y pragmatismo.  

La tarea de hacer frente a nuestros desafíos medioambientales es enorme y acaparará los esfuerzos de toda una generación. Y a lo largo de las próximas décadas nuestros representantes públicos, agentes económicos y votantes se encontrarán con múltiples situaciones en las que se preguntarán qué medidas introducir, apoyar o votar.

Proponemos una serie de “tests del ácido” a aplicar en tales situaciones. 

Sigamos, en primer lugar, la advertencia de Scruton: ¿Son soluciones radicales gestionadas por los mismos que las proponen? 

En segundo lugar, preguntémonos: ¿Son apriorismos ideológicos sin beneficio práctico, o actuaciones basadas en la razón y un análisis pragmático? 

En tercer lugar, ¿Qué hipótesis aplican sobre el orden social y la tradición: algo a demoler en una revolución, o digno de preservar?

En cuarto lugar, ¿Cómo buscan motivar al individuo para modificar su comportamiento, con miedo y amenazas, o con la oportunidad y recompensa? 

Finalmente, retomando el casi olvidado principio de subsidiariedad: ¿sería posible alcanzar sus objetivos sin estas propuestas, o con otras menos onerosas? "